"La pasión por el turismo siempre ha sido lo mío"

Por Andrea Calderón / diciembre de 2019

Conoceremos un poco más de Diana Becerra, su lucha en el tiempo rompiendo barreras y prejuicios en una labor que piensan que solo es para "hombres"

Dianis, así le dicen sus amigos, ha viajado por el mundo desde que salió de la universidad, un trabajo soñado, aventuras por doquier, pero, como todo ser humano, ha tenido que experimentar la cruel realidad que es la vida, siempre con una sonrisa para salir adelante con su hija de 4 años.

De estudiante de hoteleria a capitana de un barco, cuéntanos un poco de esa experiencia

Las cosas se dieron como por arte de magia, comencé siendo ayudante de cocina en un hotel, con el sueño a lo grande de un día convertirme en capitana, apliqué a un barco, me dieron la oportunidad y fuí creciendo poco a poco de manera profesional, fué genial ya que era la única mujer que se sentaba junto al capitán del barco y su alta cúpula.

De alguna manera ese carácter fuerte que necesitan los capitanes se forjó en algún sitio o por alguna situación, Cuál fué tu caso?

La vida siempre te enseña a forjar un carácter dependiendo de tu entorno pero definitivamente le doy gracias a mi colegio, uno militar en donde aprendí la responsabilidad, organización, trabajaba bajo presión, eso hizo que sea la mujer de un carácter fuerte como lo soy ahora.

El océano, Tu primer amor?

Siempre será mi primer amor ya que el viajar y tener ese contacto permitió que conociera al padre de mi hija, siempre estaré eternamente agradecida con la vida y el océano, verás esa es la magia de viajar, no solo de conocer lugares o recorrer el Ecuador, te permite conectarte con lo que realmente quieres, y en ese momento quería un amor bonito, y la vida me lo concedió, ahora tengo a mi hija a quién amo con locura y sé su papá vivirá en los corazones de ambas, por siempre.

Dejaste el barco por tu hija, para iniciar una nueva etapa, coméntanos de eso.

Fui profesora de colegio, de inglés porque hablo 3 idiomas, la experiencia nueva, gratificante, pero en el fondo sentía que me faltaba algo, esa adrenalina de los pasajeros, los clientes, las personas que necesitaban de un servicio mio, que los atienda, claro que los chicos también necesitan ser atendidos, pero nada como la sensación de ser la jefa quién dice como tratar al pasajero o al huésped, esa sensación de un trabajo bien hecho, por eso no duré siendo profesora y me salió la oportunidad aquí en el aeropuerto como jefa del área de alimentos y bebidas, ha sido un año agotador pero gratificante, logramos tener una estrella más y ser reconocidos como uno de los mejores aeropuertos a nivel internacional.